10 Consejos para Mantener los Pies Sanos


Si usted es atleta, necesitará algo más que un buen calzado para mantener los pies sanos. Pruebe estos consejos.

Los corredores y otros atletas confían en sus pies para tener equilibrio, apoyo y fuerza. De hecho, los pies son unas de las piezas más valiosas de su equipo.

Los pies sufren mucho durante el entrenamiento y las competencias. En una carrera de una milla, por ejemplo, los pies golpean el suelo unas 1,500 veces, con una fuerza que equivale a tres o cuatro veces el peso corporal. Si se corre una maratón, los pies golpearán el suelo casi 40,000 veces.

No es de extrañar que los atletas sufran a menudo de problemas en los pies. Algunos competidores incluso alardean de sus ampollas y las uñas de los pies que han perdido. Pero no cuidarse bien los pies puede producir incomodidad, lesiones o infecciones.
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Estos pasos pueden ayudarle a mantener sus pies sanos:

1. Invierta en un buen calzado. Necesitará calzado deportivo específico si practica un deporte más de tres veces por semana. El calzado debería ser cómodo y ajustarse bien. Debería tener suficiente espacio en el zapato para mover los dedos de los pies, pero asegúrese de que el talón no se salga cuando camina. Los pies se hinchan durante el día, así que compre calzado por la tarde o al final del día, cuando los pies alcanzan su mayor tamaño.

2. Sepa cuándo reemplazar el calzado. La mayor parte de la capacidad de absorción de impacto de los zapatos se pierde tras usarlos entre 250 y 500 millas. Si corre 25 millas por semana, necesitará calzado nuevo cada 2.5 a 5 meses.

3. Lleve buenos calcetines. Si hace ejercicio durante mucho rato o en días calurosos, pruebe utilizar calcetines fabricados en un material que repele el sudor. Los calcetines de algodón pueden humedecerse rápidamente con el sudor, y la humedad puede causar ampollas.

4. Deje las ampollas tranquilas. Las ampollas aparecen por efecto de la fricción y la presión, y es más probable que se formen en condiciones de humedad. Un calzado y calcetines que se ajusten bien pueden ayudar a prevenir la aparición de ampollas. Si tiene una, resista el impulso de reventarla. En lugar de ello, cúbrala con almohadillas o vendas. Si una ampolla se revienta sola, lávela bien, aplique un antiséptico y cubra la zona con una venda para prevenir infecciones.

5. Cuide los callos y callosidades. Los callos y callosidades son capas compactas de células cutáneas muertas. Las callosidades suelen estar en la planta del pie, y los callos se forman en los dedos del pie. Aparecen por la presión y la fricción causadas cuando la piel roza contra parte del zapato. Colocar almohadillas o algo mullido en la zona puede ayudar a aliviar el dolor. Nunca intente eliminar un callo o callosidad por su cuenta ni use productos de venta sin receta a menos que se los indique el médico.

6. Preste atención a las uñas de los pies. Córtese las uñas de los pies rectas y déjelas ligeramente más largas que la punta del dedo. Si tiene una uña encarnada, consulte a su médico. Las uñas de los pies encarnadas pueden ser causadas por un corte inadecuado, infección, lesión o por la presión ejercida por el calzado. Las uñas de los pies pueden adquirir un color negro o azul cuando la sangre se acumula bajo la uña. Esto suele producirse cuando el dedo del pie golpea la parte superior del zapato. En ocasiones poco frecuentes, una uña del pie ennegrecida puede ser síntoma de una condición muy seria, como un melanoma o una infección. Por lo tanto, el médico debería examinar cualquier uña ennegrecida.

7. Calentamiento. Camine o trote durante 10 minutos y, a continuación, realice estiramientos una vez finalizado el calentamiento. Estirar los músculos en frío puede causar lesiones.

8. Esté atento a las señales de advertencia de lesiones. Si le duele una parte del cuerpo mientras hace ejercicio, pare. Las lesiones de rodilla, espinilla y pie son comunes en los corredores. Los expertos recomiendan seguir una rutina de cuatro puntos en cuanto aparezcan los primeros signos de lesión. Estos cuatro puntos son:

•     Descanse. No realice ejercicio.

•     Hielo. Aplique hielo en la zona lesionada en un ciclo de 20 minutos con hielo y 40 minutos sin hielo y repita. No aplique
      hielo si padece diabetes o tiene problemas de circulación o nervios.

•     Compresión. Colóquese una venda elástica en la zona lesionada.

•     Elevación. Siéntese o acuéstese y eleve los pies de forma que estén más altos que el nivel de la cintura. Esto reducirá el
      dolor y la hinchazón.

Si el dolor es grave o persiste tras varios días, consulte a su médico. Busque ayuda de emergencia si no puede mover o soportar peso en la parte lesionada. Para evitar lesionarse, comience a realizar un programa de entrenamiento de forma paulatina. Hacer demasiada cantidad, demasiado pronto, demasiado a menudo o ir demasiado rápido es la forma más sencilla de lesionarse.

9. Consulte sobre modificaciones para calzado. Estos aparatos ayudan a apoyar y alinear el pie. En el caso de algunos atletas, es posible que lo único que necesiten para prevenir el dolor sean soportes (órtesis) para el arco del pie, taloneras o separadores de dedos. Consulte a su médico o podiatra (médico especializado en el cuidado de los pies) para ver si pueden ayudarle.

10. Consulte a su médico. Los corredores y otros atletas deberían visitar al podiatra de forma regular para hacerse revisar los pies. Si es posible, busque un podiatra que tenga experiencia en la atención de atletas.



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